DR. ADOLFO VÁSQUEZ ROCCA LIBRO: "PETER SLOTERDIJK; ESFERAS, HELADA CÓSMICA Y POLÍTICAS DE LA CLIMATATIZACIÓN" IAM ESPAÑA
Libro: Peter Sloterdijk; Esferas, helada cósmica y políticas de climatización
ESFERAS DE LA POST- HISTORIA
Adolfo Vásquez Rocca
Reseña al Libro: “PETER SLOTERDIJK; ESFERAS, HELADA CÓSMICA Y POLÍTICAS DE LA CLIMATIZACIÓN” de Adolfo Vásquez Rocca, Ed. Institució Alfons Magnánim, Valencia, España, 2008.
- La reflexión filosófica contemporánea tiene como gran obsesión o nueva “ansiedad” el tema del espacio. En particular, los trabajos de Peter Sloterdijk han trazado la posibilidad de una “filosofía del espacio” a partir de la deriva antropotécnica del hombre y sus esferas. Para Sloterdijk la esfera se podría definir como la forma de la antropotecnia, esto es, el modo en que el ser vivo hombre deviene como tal. Así, el humanismo, cuyo “tema latente” sería el de la domesticación del hombre basada en la idea de que la “lectura amansa”, constituiría una de los últimas derivas de dicha antropotecnia1. Con ello, Sloterdijk propone una nueva relación entre la vida y la historia articulada a partir de la problemática del espacio.
Escuchando los estertores de Platón, Sloterdijk plantea que el hombre adviene en la forma de una “utopía bio-ontológica” en cuya deriva intenta reconstituir la caverna originaria: la simbiosis materna original, habría sido sustituida históricamente por los sistemas religiosos, los imperios, los Estados nacionales modernos y, hoy día, por el dispositivo informático-espectacular que habría desplegado sus fauces en la forma de una alianza transnacional por la seguridad global2. Así, el proceso de des-esferización que comienza en el animal humano a partir de su separación de la madre, habría culminado en el intento del hombre moderno por construir una esfera a partir de la ilusión que brindan los aparatos de seguridad.
Todos estos sistemas (religiosos, estatales, de seguridad) habrían constituido nuevas esferas a través de las cuales el hombre encontraría una cierta protección. En esta perspectiva vivir no significa otra cosa que crear esferas, abrir nuevas atmósferas y espacializar al mundo para que el hombre que inexorablemente ha dejado atrás la rigidez del mundo animal- pueda tener lugar. “Los hombres –dice Sloterdijk- son seres que se cuidan y se protegen por sí mismos y, vivan donde vivan, generan alrededor suyo el entorno de un parque.”3 O, como bien plantea Adolfo Vásquez Rocca: “Los hombres, nos recuerda Sloterdijk, vivimos en espacios, en esferas, en atmósferas. Vivir es crear esferas.”4 Este problema quizás sitúe a Sloterdijk en una misma esfera filosófica con sus contemporáneos: Michel Foucault, Giorgio Agamben o Jean-Luc Nancy podrían ser perfectamente calificados –aunque de diversos modos- como filósofos de las heterotopías5 o, lo que es igual, como filósofos de las esferas. Pero también, emparenta a Sloterdijk con las reflexiones del jurista alemán Carl Schmitt quien, en Tierra y Mar, un libro escrito allá por los años 50, recordaba que el hombre es, en esencia, un ser “terrestre” mostrando que la crisis epocal se debía a la rotura del nómos marítimo que había estructurado al Ius Publicum Europeaum de cuyos restos Schmitt espera el surgimiento de un nuevo nómos, de una “nueva gran medida”6.
En esta vía, si el problema sloterdijkiano es el de la deriva antropotécnica a través de la cual, el hombre esferiza al mundo, habría que preguntarse por la diferencia entre las esferas que proporcionan cuidado y protección y la figura político-estatal de la soberanía que abogan, cada uno a su modo, tanto Hobbes como Schmitt: ¿no es precisamente esta última la que, no obstante su “artificialidad” (Hobbes) habría proveído de dicha protección, gracias a su capacidad incondicionada por la decisión (Schmitt)? Dicho de otra manera: la deriva antropotécnica ¿se orienta sólo en función de una lógica inmunitaria o su abertura tiene la forma de una vida-en-común?
Es así que el trazado de Sloterdijk a partir del concepto de esferas proyecta al pensamiento a una nueva concepción de lo común. Una comunidad que tensiona la antropotecnia de la domesticación: “(...) la historia de la política más reciente (post-clásica) –plantea Sloterdijk –es una historia de errores de formato. De ellos pueden desprenderse dos cosas: por un lado, que los intentos de producir comunas a gran escala acaban en totalitarismos; por otro, que la desatención a las pequeñas unidades puede conducir a largo plazo a las sociedades modernas a psicopatológicos callejones sin salida. Si Michael Walzer pudo decir que “la izquierda jamás ha entendido la estirpe”, habría que añadir que la derecha nacional jamás ha entendido la diferencia entre Estado y horda. Lo que no ha entendido ninguna de las dos es el hecho de que, con la irrupción de la época del mundo post-agraria, la relación proporcionada entre lo grande y lo pequeño está a la espera de nuevas configuraciones en las que sea posible vivir.”7 Así, el proyecto filosófico sloterdijkiano apunta, pues, al problema de la “pertenencia mutua”, en el paradójico momento post-político de la política. En este sentido, ¿que política puede atender el problema de la mutua convivencia de los “últimos hombres”? Sloterdijk responde: la hiperpolítica, esto es, una política que emerge en el contexto radical de la “ausencia de imperios” y que se presenta como capaz de organizar la vida de los últimos hombres. ¿Es la hiperpolítica aquello que Michel Foucault denominaba biopolítica como ese nuevo “poder sobre la vida” derivado de toda la historia antropotécnica pero falto de cualquier mediación característica de la “política clásica” o estatal?
En el pensamiento de Sloterdijk se articula la relación vida e historia a la luz de su filosofía del espacio. De esta forma, el problema ecológico, la globalización, la arremetida de las masas y, en general, el agudo diagnóstico sloterdijkiano de nuestro presente, configuran la trama de la obra8 introductoria de Adolfo Vásquez Rocca. En este sentido, no habría que dejar pasar el hecho de que este libro se presenta como uno de los primeros libros en lengua castellana dedicadas al pensador alemán. Con ello, el autor pone en discusión una serie de problemas que no sólo pertenecen al horizonte de aquello que se conoce como el debate biopolítico, sino que además, constituye una precisa introducción al singular pensamiento de Sloterdijk.
Desde las esferas, hasta los parques humanos, desde la modernidad como índice de domesticación humanista, a la deriva antropotécnica, desde la complejidad de la helada cósmica hasta el atmoterrorismo.
La post-historia ha traído a luz a la propia pre-historia. Con ello, los “últimos hombres” indicados por Sloterdijk son, a su vez, los primeros. Como tales, los primeros hombres requerirán de un nuevo discurso filosófico, si acaso el término “filosofía” ha de seguir teniendo sentido. Si se quiere, tendrán que crear nuevas esferas.
Ahora bien, la actual diseminación del discurso filosófico ha terminado por transformar a los otrora sistemas en trazos, a la filosofía en literatura y a las verdades en estrategias. En esa nueva esfera a la que se ha desplazado el pensamiento, se encuentra toda la filosofía contemporánea que, como decíamos, podría ser caracterizada como una filosofía heterotópica. En dicha esfera, destellan nuevas vías, interrogan nuevas preguntas y leen nuevos lenguajes: se trata, por sobre todo, de abrir condiciones histórico-filosóficas para una nueva enunciabilidad. Que la esfera filosófica a la cual pertenece Sloterdijk pueda abrir esas nuevas condiciones y de qué modo lo pueda hacer, es algo que, a la luz de la catástrofe planetaria, comporta todo lo que un pensamiento radical puede exigir: urgencia.
Dr. Rodrigo Karmy Bolton
Universidad de Chile
Cuadernos de Filosofía, publicación oficial del Departamento de Filosofía de la Facultad de Humanidades y Arte de la Universidad de Concepción.
NOTAS Y REFERENCIAS
5 Para Foucault el problema humano era fundamentalmente lo que el denominaba “gubernamentalidad” cuya característica más decisiva consista en la distribución (la oikonomía) de los vivientes. Poblaciones enteras de desplazados, de refugiados, de consumidores, de marginales, abriendo un espacio otro en el seno de las propias urbes. En la deriva de las nuevas heterotopías que distribuye la gubernamentalidad global, la pólis occidental es llevada a su definitiva implosión.
8 VÁSQUEZ ROCCA, Adolfo, Peter Sloterdijk; esferas, helada cósmica y políticas de climatización. Editorial: Edicions Alfons el Magnànim (IAM). Colección Novatores, Nº 28. España, València. 2008 ISBN: 978-84-7822-523-1. Páginas: 221
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